Una poderosa fusión entre la vida, la muerte y la dualidad del alma. Esta obra digital mezcla elementos de ilustración neotradicional, arte abstracto y surrealismo simbólico. En el centro, una calavera emerge desde un desgarrón dimensional, compartiendo espacio con un rostro azul melancólico, símbolo de introspección y conciencia. Rodeado por flores anaranjadas intensas —símbolos de renacimiento y conexión terrenal— y hojas verdes vibrantes, el esqueleto sostiene un bastón místico que atraviesa la composición vertical. Trazos dinámicos en rojo y negro completan esta pieza como ecos de energía y caos controlado.